Respecto de la temporada anterior, fue evidente el crecimiento defensivo y disciplinario. El avance más grande se vio en el line comandado por un enorme Guido Petti que partido a partido se consolidó firme en la hilera. Jaguares pasó de ser el 16° equipo en 2017 respecto a la efectividad en los lines, a la tercera posición en 2018.
Con respecto a los tackles, el punto más flojo por decirlo de alguna manera, se mantuvo en los mismos niveles durante los dos últimos años; mientras que en los scrum también se creció aunque en una leve proporción.
Se ganaron 9 de los 17 partidos disputados (8 derrotas). Aunque a veces los números no reflejan lo que pasa exactamente dentro de la cancha, ya que también hay que tener en cuenta que la actual temporada tuvo un cambio de formato al disminuir la cantidad de equipos participantes en el torneo. Por otro lado, Jaguares en 2018 tuvo frente a frente con mayor frecuencia a franquicias neozelandesas, situación que anteriormente no sucedió.
Se mire desde cualquier ángulo, las mejoras quedaron en evidencia. El manejo de los tiempos, la forma de los entrenamientos, la importancia del trabajo mental y la baja en la frecuencia de indisciplinas (se vio claramente en el juego de Tomás Lavanini), son sólo algunos aspectos destacados. Por ejemplo, en 2017, doce había sido la cantidad de tarjetas amarillas que sufrieron los argentinos, reduciéndose más de la mitad este año (5).
Tanto en lo individual como en lo grupal, el nuevo staff le comenzó a dar la identidad que tanto se le venía reclamando a Jaguares y no se lograba imponer. Jugadores que comenzaron a jugar para el equipo y dejaron de lado su talento en solitario como Nicolás Sánchez (161 puntos), sumado al crecimiento de los chicos que no estaban tan consolidados dentro del plantel como Bautista Delguy, Emiliano Boffelli (10 tries cada uno), Marcos Kremer y Gonzalo Bertranou (titulares indiscutidos); le dieron la fórmula perfecta a la franquicia argentina para ser un equipo con un sistema de juego claro y en el cuál los mismos protagonistas creen y defienden a rajatabla.
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